Si elaboras cosmética casera o te interesa saber qué contienen los productos que usas, probablemente hayas oído hablar del dióxido de titanio (TiO₂). Es un polvo blanco que se utiliza muchísimo como colorante blanco o como filtro solar, tanto en cremas, protectores solares como en maquillajes.
Pero ¿es seguro? ¿Puede hacernos daño si lo usamos sobre la piel? ¿Y si lo respiramos mientras lo manipulamos?
Te resumo aquí la información más actual y rigurosa, basada en estudios y evaluaciones de organismos como la UE, la FDA o la OMS.
Spoiler: sobre la piel no hay problema, pero cuidado al inhalarlo.
Este artículo se centra solo en su uso cosmético. No abordo su posible toxicidad cuando se ingiere, ya que no es relevante para el tema.
Uso cutáneo del dióxido de titanio: ¿es peligroso?
No. El dióxido de titanio aplicado sobre la piel se considera seguro.
La evidencia científica más reciente muestra que incluso en forma de nanopartículas, no se absorbe a través de la piel sana. Las partículas se quedan en las capas más externas de la epidermis (estrato córneo), sin llegar a zonas profundas ni al torrente sanguíneo.
Incluso en casos de piel dañada (como quemaduras solares), la absorción sigue siendo despreciable.
Esto lo confirman autoridades como el comité científico de la Unión Europea (SCCS) y el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) (fuente).
¿Produce irritación o toxicidad en la piel?
Tampoco. El TiO₂ de grado cosmético es químicamente inactivo en la piel.
No provoca reacciones, ni se ha vinculado a problemas como toxicidad sistémica, mutagenicidad o cáncer por uso tópico, según revisiones toxicológicas y dictámenes del SCCS (fuente).
¿Y el sol? Se sabe que algunas formas de TiO₂ pueden generar radicales libres con la luz UV.
Pero en cosmética se usan formas menos reactivas (como el rutilo) y partículas recubiertas que evitan estos efectos.
¿Qué dicen las normativas?
Tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos, el dióxido de titanio está autorizado y considerado seguro para productos tópicos, incluso en forma nano, hasta concentraciones del 25% en protectores solares (fuente).
Eso sí, siempre que no se inhale.

¿Y si lo respiramos? Ahí cambia la cosa…
Aquí es donde hay que poner atención.
Cuando el dióxido de titanio está en forma de polvo fino o nanopartículas dispersables en el aire, su inhalación puede suponer un riesgo para los pulmones.
¿Qué efectos puede tener?
Estudios muestran que respirar TiO₂ durante largos periodos puede causar:
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Inflamación pulmonar persistente
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Lesiones pulmonares
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Y en casos extremos, incluso tumores en ratas expuestas a altas concentraciones (fuente)
Este fenómeno se conoce como “sobrecarga pulmonar”: los pulmones no consiguen eliminar tantas partículas, y se genera una respuesta inflamatoria crónica.
Importante: estos efectos se han observado en condiciones experimentales con altas dosis.
En humanos, los estudios ocupacionales (en trabajadores de fábricas) no han mostrado un aumento claro de cáncer de pulmón, pero sí se considera un riesgo plausible en exposiciones intensas o prolongadas.
¿Está clasificado como cancerígeno?
Sí, pero solo por inhalación.
La OMS (IARC) clasificó el dióxido de titanio como posiblemente cancerígeno para humanos (Grupo 2B) si se inhala.
Y la Unión Europea también lo etiquetó como sospechoso de causar cáncer por inhalación en productos en polvo con más del 1% de TiO₂ respirable (fuente).
Esto no aplica a cremas o maquillajes, pero sí a polvos sueltos y sprays.
Por eso, las formulaciones cosméticas en aerosol o en polvo fino no deben contener TiO₂, o deben llevar advertencias.
¿Y si hago cosmética casera?
Aquí viene lo más importante si tú elaboras productos en casa:
El TiO₂ no es un problema en la crema o protector que has preparado.
El riesgo está al manipular el polvo antes de mezclarlo.
Mi consejo:
Siempre que trabajes con TiO₂ en polvo:
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Usa mascarilla FFP2 o similar
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Asegura buena ventilación
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Manipula con cuidado para evitar levantar polvo.
En resumen
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Sobre la piel, el dióxido de titanio es seguro. No se absorbe y no causa daño ni a corto ni a largo plazo.
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Lo que sí puede ser tóxico es inhalarlo en forma de polvo fino, sobre todo si se hace repetidamente o sin protección.
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Si haces cosmética natural en casa, usa mascarilla y ventila bien el espacio al manipular materias primas en polvo.
Tranquilidad para tu piel, precaución para tus pulmones.


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Gracies pel teu comentari Isabel.
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